Olympéa abre fresca y chispeante gracias a la mandarina y la flor de jengibre, casi con un toque acuático/lit (ligeramente marino) por el jazmín de agua. Luego transita hacia un acorde gourmand-salado-dulce con la vainilla salada, lo que la hace llamativa y diferente. Finalmente se asienta en maderas y ámbar, lo que la hace cálida, envolvente y con presencia.
Olympéa abre fresca y chispeante gracias a la mandarina y la flor de jengibre, casi con un toque acuático/lit (ligeramente marino) por el jazmín de agua. Luego transita hacia un acorde gourmand-salado-dulce con la vainilla salada, lo que la hace llamativa y diferente. Finalmente se asienta en maderas y ámbar, lo que la hace cálida, envolvente y con presencia.
3x2
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